lunes, 31 de octubre de 2022

Vuelve


Érase una mujer
con un dilema 
de hojarasca y otoño,
de esos q levantas 
de la acera
y tienen dos caras verdes por elegir.
Le gustan los edificios altos,
altos,
muy altos.
Tambièn le aterra
la soledad alta,
alta,
muy alta,
de los últimos pisos
descalzos de amor
y heridos de vacío.
Vanessa, fuego cubierto de oropel, 
te esperan los afectos en el llano,
en la risa de los tullidos,
en el verbo de los 
infantes débiles,
en el sombrero de moho,
en la palma de vaho agrietado,
vuelve con tu belleza digna
a la fiesta
de los trashumantes
y posesos de amor,
vuelve.

martes, 9 de junio de 2020

Amor abisal


¿Y qué verán las rosas de tus ojos?
quizás primaveras bucólicas,
mientras me habita el alma
un cansino arroyo.

¿Y qué manarán de tus mejillas de vía láctea?
acaso el canto de ballenas que surca
un mar cósmico,
mientras mi amor latigado
se hunde en el reino
                               de un pez abisal.

Mujer, te sufro,
          desde mis falanges inferiores
          hasta el rictus de mi frente
que mi rodilla besa.

Desde el fuego de mis párpados en brasa
hasta mis labios de hojarasca
que tus besos de foresta
          incendian
                     y matan.




Vulcano


Silencio,
la letanía de la tarde,
se escurre por mis venas
como un espeso óleo de ansiedad,
como una corriente piroclástica
de soledad
que arrastra el polvo de tu desdén
y la roca incandescente
de mi amor partido e incomprendido.

Hoy sepultó mi corazón
tu Vesubio de flores inertes,
hoy golpeaste
con lava fatal
mi Pompeya de amor tierno y mustio.




martes, 3 de julio de 2007

Cantar mientras tanto


Cantar mientras te espero,
es nunca calmar
el fuego de un rastrero desenfreno.

Encofinar el pecho
bruñir el alma de puro desespero,
es esperar en supuesta dignidad,
que toques de puntillas por lo menos
las puertas de mi arco iris nocturno

Cantar mientras te espero,
es saber que nunca más por mí
germinarán en tus ojos los cerezos.

Rabiar con ira de yelmo
porque no me buscaste
es rabiar cual cien cuervos
que blasfeman su mustio sino
en un campo flaco, yermo y desalmado

Cantar mientras te espero,
es cantar a nadie,
porque nadie otea en mi alma,
porque mi alma ya no tiene pecho
porque mi pecho extravió el hálito
porque mi hálito se quedó entre tus besos
porque si no me escuchas,
a mi alma ya no la habitarán
ni tus cerezos,
ni tus cuervos,
ni tus ojos
ni tu hálito
ni tus campos yermos.