¿Y qué verán las rosas de tus ojos?
quizás primaveras bucólicas,
mientras me habita el alma
un cansino arroyo.
¿Y qué manarán de tus mejillas de vía láctea?
acaso el canto de ballenas que surca
un mar cósmico,
mientras mi amor latigado
se hunde en el reino
de
un pez abisal.
Mujer, te sufro,
desde
mis falanges inferiores
hasta
el rictus de mi frente
que mi rodilla besa.
Desde el fuego de mis párpados en brasa
hasta mis labios de hojarasca
que tus besos de foresta
incendian
y
matan.